Sus ojos sin destino

Más que sus gritos, más que sus aspavientos, más que sus correteos  alterados, eran sus ojos sin destino lo que me asustaba. Agitándose, escupiendo insultos, o prorrumpiendo aullidos, no me asustaba tanto como al mirarme sin mirada. Su mirada, -antaño…

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Sudor

Aquella guerra sexual de largas mañanas de contienda producían, entre el calor y nuestros calores, un sudor comestible y agradable por el que resbalaban, sedosos, nuestros cuerpos excitados. A cambio de su presencia, ganábamos en suavidad al rozarnos: un ballet…

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Siempre vivir

Que sepas                 nada más nacer         que eres hijo del amor:                                                amor tu padre                                                         y amor tu madre. Que sepas                 que el mundo te dio la bienvenida,         no te acogió como extranjero,                         sino…

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Si el destino fuera amable

Llegó a Madrid. No sé si buscando o huyendo. Trajo en su aire la confusión propia de quien llega  a un lugar desconocido. Buscó en la nada impasible   el hilo de su futuro pero no lo encontró. Así que en…

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Se me pasó el tiempo del amor

Se le pasó el tiempo del amor. Justo cuando su corazón más debiera desbocarse y más excelsamente debiera morir de amor, comenzó la glaciación en sus sentimientos. Tu aparición en su vida produjo un caos más desconcertante que los caos…

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Sólo yo

Ni siquiera tú conoces el sabor de tus besos. Sólo yo. Nadie más cata sus jugos, percibe sus calores, recibe sus escalofríos. Ni siquiera tú. Sólo yo. Nadie más siente tu lengua, tus ávidos labios, tus cálidos besos enamorados. Sólo…

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Sólo me vale lo eterno

Quiero convivir con tu sonrisa en un matrimonio eterno. Quiero estar a tu lado un instante eterno. Quiero instalarme en tu alma como inquilino eterno. Quiero sentir el latido emocionado de tu corazón eterno. Quiero disfrutar el brillo enamorado de…

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