Querida hija: No me voy a entretener en seleccionar entre todos los adjetivos algunos que te califiquen. No es necesario. No me pondré a describir estados, vaivenes, alegrías o risas de mi corazón. Ya los conoces. No me apetece hurgar…
Aquella mujer me ofreció su corazón como podía haberme ofrecido un vaso de agua: con el mismo desprendimiento. Un corazón como el suyo, que vale como un diamante de su mismo peso, del que nunca se había separado, era el…
Quería volar. Agitaba sus sueños con pasión temeraria para ver si tal obsesión la elevaba del suelo, la encaramaba al mundo etéreo, y la llevaba a planear por todos los aires de todos los cielos. Más que vivir, y más…
Eres, tengo que decírtelo, una curiosa mezcla de ternura y guerra, de cordura y ceguera, de amor y conciencia. Dios te hizo en todo perfecta, quizás algo confusa, algo inquieta, pero en las capas internas, en tu auténtica esencia, lo…
Te quiero. Pero no de papel y tinta, ni de rima perfecta en tertulias de pseudopoetas, sino a golpes de latidos desaforados, temblequeando mi corazón, sintiéndote en las tripas y en el centro universal del amor. Te quiero sin intermediarios,…
Cabello tejido con los hilos de la noche, teñido pacientemente con mil oscuridades nuevas; cerco de lujo que adorna los contornos del rostro, que destaca tu armonía distinta, que enmarca tu belleza. Voz que acaricia las palabras, voz que mima…
Si me quieres, quiéreme sin alborotos, serenamente. Prefiero que me quieras de un modo equilibrado: nunca efusiones de mucho o de nada, cada vez lo mismo. Prefiero que me ames siempre, con un amor bien administrado. Prefiero que mi corazón…