Triángulo

Es un dedo lento,

simplemente,

paseándose por una alameda de teclas,

blanca negra blanca negra blanca,

presionando una,

esperando que se agote la nota,

y luego otra, en armonía,

y pulsarla,

y esperar nuevamente que la onda sonora expire,

y otra nota,

y más dedos,

y más notas…

así entro en un trance

en el que me mantiene

extasiado

el ritmo cadencioso

de la melodía.

Un piano, la noche, y yo…

un triángulo perfecto.

Francisco de Sales

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