Hay un revuelo de aire inquieto,
un revoloteo de cabelleras,
un baile de sábanas colgadas,
un remolino de hojas secas.
Hay una corriente que levanta faldas,
que enloquece a las veletas,
vuelve locos a los pájaros
y descoloca a los esquizofrénicos.
Hay una sublevación en las ramas,
un desconcierto entre los insectos,
un encrespamiento de olas,
un verano desconcertado.
Hay viento.