“Mis sábanas añoran tu desnudez,
tu revolución,
tu sudor”.
Esto piensa mi alma desalmada
en esta cama sin ti.
Hace tiempo alborotábamos las sábanas,
nos deshacíamos de la ropa,
desoíamos el pudor,
nos permitíamos entrar en la vorágine
de dejar besos en todos los destinos,
caricias por toda la piel,
gemir sin censura,
el amor flotaba en el aire,
el amor latía en el corazón.
El silencio de tu ausencia
taladra mis tímpanos,
asola mis sentimientos,
me roba la paz.
Me niego a aceptar que no estás
y me niego a admitir que no estarás.
No quiero un futuro huérfano de ti.
No quiero una vida a la que le faltes tú.