No ser

No ser

-porque realmente no soy-

parece una exaltación del pesimismo,

la voz de mi inutilidad,

o un lamento reivindicativo.

No ser

-porque realmente nunca he sido-

es mi tragedia,

el dolor con el que convivo,

lo que me ata y me roba la vida.

No ser

-porque realmente jamás seré-

es el precio de mi inoperancia,

el castigo por la desatención a mí,

el alto precio por no ser yo mismo

que es mi sagrada misión en esta vida.

Deja una respuesta