Entonces

Entonces

aún temblaba emocionado

al decir tu nombre

y aún me ponía nervioso

cuando me mirabas

y más aún

cuando me sonreías.

Entonces

eras el centro de todo;

cada pensamiento

te contenía,

cada suspiro

nacía por ti,

y en cada sueño

eras la protagonista.

Entonces

fui feliz.

Entonces

viví toda la felicidad.

Y después de ese entonces

comenzó mi declive.

Deja una respuesta