Podría pensar que las estrellas
son sólo diamantes esparcidos
sobre el terciopelo negro del cielo,
que son velitas de ángeles,
o que son solecitos muy pequeños.
Podría pensar que las estrellas
son farolillos en la vía láctea,
o manadas de almas que viven muy lejos.
Podría pensar que las estrellas
trasnochan a menudo,
señorean y reinan el cielo,
o pastan mansamente en la oscuridad.
Podría pensar que las estrellas
son luces de reclamo,
fragmentos diseminados de luna,
o polvo de luz.
Podría pensar todo esto,
si fuera capaz de pensar.
Francisco de Sales