Cada día estoy mejor

Llorar no es el verbo que más conjugo

en esta época de mi vida.

Añorar, añoro. Pero menos que antes.

Mi corazón se ha acostumbrado a sufrir sin sufrimiento.

Mis lágrimas son falsas. Todas.

Mis lamentos no tienen fuerza ni argumentos.

La calma se está imponiendo con éxito. Afortunadamente.

Tu pasar por mi vida se diluye.

Tu recuerdo no hiere.

Tu ausencia no me mata.

Reír, en cambio, es un verbo que se está imponiendo.

Lo tenía olvidado.

VIVIR ocupa una parte importante en mi vida.

El futuro no me pregunta por ti. Eso es bueno.

He deshecho los plurales.

Estoy muy bien sin ti.

Deja una respuesta