A veces
me gustaría
poder entrar dentro de mí,
a la búsqueda
del asesino de mi vida,
y del anestesista loco
que me inyecta televisión
en los ojos y en el cerebro,
y del payaso que me distrae
con sus tonterías,
y del secuestrador maldito
que me encierra en mí mismo.
A veces
me gustaría
poder entrar dentro de mí,
para liberar
al rehén,
al muerto,
y al distraído.
Francisco de Sales