El futuro se estremece al pensar en ti.
No sabe cómo decirte, sin herir,
que no te ha reservado alegrías,
que la esperanza no tiene lugar,
que se olvidó poner besos para ti.
No sabe cómo acunarte con nana de madre
ni cómo acariciar tu alma
antes de que sobrevengan los días negros
que están pensando en ti.
No sabe proporcionarte el consuelo que necesitarás,
ni prepararte para las ingratitudes obstinadas
que cumplirán la desdicha de tu destino.
El futuro será un presente incomprendido maldito
que se apenará contigo, sin decírtelo,
y te acompañará en una distancia prudente
mientras cumple su misión.
Cuando recibas en tu corazón los embates furiosos
y la incomprensión no sepa aclararte qué está pasando,
rézate, ruégate, confía en ti.
Francisco de Sales