Venganza

Espero que al recibo de este desahogo

te encuentres totalmente destrozada

y se conviertan en cristales mis palabras,

en puñales las comas,

y los puntos en puntos de sutura.

Esta es mi venganza de papel,

el pago justo por tu injusticia,

y el revulsivo inquietante para tu alma

si la tuvieras.

Aquí destilo mis peores deseos:

en la tinta envenenada

que dibuja estas palabras envenenadas,

como es justo pago para quien se merece lo peor.

No necesito cargar de dramatismo la misiva:

cada letra será un puño vengativo,

cada palabra asesina incruenta,

y cada línea ariete que te golpeará el corazón.

Amén.

Francisco de Sales

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