Estoy seguro de no querer
el frío de tu mirada
la desgana de tus abrazos
la nada que me ofreces
la muerte en tus besos…
Antes desearía que
me mirases con ganas
me hablases con palabras buenas
me cuidases con mucho mimo
me amases con el corazón…
Incluso me conformaría
con una compañía amable
con que me dieras las buenas noches
con una sola mirada cada día
con un roce de tus manos…
Por todo ello, te ruego que a partir de ahora
me incluyas en tus deseos
me trates con cariño
me quieras profundamente
me des amor…
Francisco de Sales