Ese sol

Lentamente, con pasos pausados, como si fuera un funámbulo a mil metros del suelo, sólo atento a la luz del sol ya a punto de rendirse, y sin que nada me importune, me voy despojando de las urgencias, deshago el…

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El venir constante

Las olas, al principio de la playa, reiteran, con insistente terquedad, sus ansias de dejar de ser olas en los brazos de la arena. Las olas, en el vientre de la playa, persisten, con imparable insistencia, en morir, continuamente, contra…

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El sol

Ya casi ha terminado este día. Poco a poco, el sol se retira a su casa del horizonte. Todavía, antes de marcharse, hará el viejo truco de desparramarse por el mar, untándolo de rojo amarillo, multiplicándose en el espejo, a…

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El sol muerte y nacimiento

El sol muere lentamente y se entierra en el horizonte. La noche es el luto y su entierro. Tras cada noche amanece un sol distinto. Una magia atávica fecunda un nuevo sol y ese sol nuevo trae consigo el día.…

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El primer mundo

Por aquel entonces el Mundo necesitaba comprensión. Acababa de nacer y daba sus primeros pasos. Así que no era de extrañar que confundiera las estaciones continuamente, y que granizaran cerezas o amaneciera a medianoche; no era inhabitual que se le…

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El latido del amanecer

Cuando escucho el latido del amanecer abandono todas mis ocupaciones, aunque sean inútiles o sabias, y me entrego a la añoranza de recordar otros amaneceres. El día que cumplí cuatro años me despertó un sol legañoso y frío. Otros amaneceres…

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El horizonte pantagruélico

Hace no más de un instante un sol altanero, chulo, me quemaba impecablemente. Implacablemente también. Ahora se lo está comiendo el horizonte. No se deja, claro. Con sus rayos de manos blandas pretende agarrarse al cielo, sobreponerse, retomar el reinado.…

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