Sin palabras, sin ánimos

Algún día vendrá la muerte

con alas de lunas negras,

a reclamar mis huesos gastados,

a llevarse mi cuerpo de polvo.

Algún día asesino,

ladrón de vidas y futuros,

hurgará en mis pulmones

y los parará en silencio.

Algún día indeseado,

nunca bienvenido,

repartirá llanto a mi alrededor

y entre mis seres queridos.

Algún día último,

irrepetible, irrepetido,

pondrá luto en mi cuerpo

y una quietud inalterada.

Algún día,

el día morirá antes de tiempo,

y tendrá el deber

de verme muerto.

Francisco de Sales

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