Nada seré

Qué brevedad de destino me queda.

Como a una flor temprana,

o a un cervatillo muerto entre buitres,

o a un soplo de aire.

Apenas me queda un solo segundo

que aún se alargará unos pocos meses.

Nada más.

Después seré esquela,

protagonista de mi entierro,

y el hombre bueno que Dios se lo llevó

porque siempre se lleva a los buenos.

Y nada más.

Paciente habitante de un féretro,

vecino silente en la Comunidad del Cementerio,

prudente callado mudo quieto.

Habitante perpetuo del pasado.

Víctima sumisa del olvido.

Francisco de Sales

Deja una respuesta