No llames amor a matar juntos el tiempo.
No son conversaciones los insultos,
ni las miradas de hielo.
Esperar el futuro, y compartir el momento,
no es desear el fin del día,
y de la vida,
por separado.
Si sólo nos une el desacuerdo,
si odiamos los momentos de esta compañía ausente,
si lo bueno del día empieza al dormirse,
mejor cambiar de nido y árbol,
mejor cortar las ataduras invisibles
que un día tejimos con amor.
Como desarrapado y triste, ausente y esquivo, inútil y ajeno, más otro que el yo de otros tiempos, más como caracol o dragón o musgo lejano y escondido que el que debo seguir siendo, menos feliz que en el retrato que me hicieron, menos soñador, así me siento.
Francisco de Sales