Los carteros y las cartas

Hace ya mucho tiempo que los carteros,

en otro tiempo emisarios de noticias,

no aparecen por mi casa,

no alegran mi vida.

Esperaba su llegada

porque era esperar a mi amada;

ellos me traían tus palabras,

en un folio cursi perfumado,

en un sobre con el sello de carmín de tus labios,

con las huellas de tus dedos

y el rastro de una lagrimilla.

Ya no me traen tus cartas.

Ya no sé de ti.

Mis días se quedaron sin alicientes.

Mi nostalgia la acapara tu nombre.

Mi corazón no tiene en quién pensar.

Los carteros ya no son tus emisarios

y no son mis cómplices.

Ya no estás en mi vida.

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