Cuando vengas a verme

Cuando vengas a verme

tráeme luz y tráeme vida.

No quiero otros regalos.

Sólo quiero tus sonrisas,

la mirada de tu alma,

el estruendo de tu alegría,

la última gota risueña de tus lágrimas.

Te quiero viva:

con tus silencios y tus arrebatos.

Te quiero toda:

como eres,

sin mentiras ni descuentos.

Cuando vengas a verme, ven tú.

No mandes una emisaria prudente,

ni una persona discreta.

Ven a alborotarme,

a contagiarme.

Ven a enseñarme la vida.

Ven a dar vida a mi calma.

Francisco de Sales

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