Para la basura 7073

Arden en la chimenea

cadáveres de árboles

que un día fueron tiernas ramas,

frágiles brazos,

indefinible tronco.

Son cadáveres incinerados

sin duelo ni llanto,

sin despedida apenada.

Transmutan en ceniza

¿Saldrían corriendo, si pudieran, de ese infierno?

¿Preferirían descomponerse en el campo,

donde vivieron?

¿O más prefieren arder,

ya que nada les importa,

sin que les importune

con esta tontería de irreflexión?

Francisco de Sales

Deja una respuesta