Para ser nada

El límite del mundo

apenas comienza a marcarse.

Es aún una línea imaginaria,

un proyecto en la mente del Creador,

una locura sin domesticar.

¿Le pongo límite al infinito? –piensa.

Un mundo sin fin… -piensa.

El límite del mundo

serán amaneceres brillantes,

y puertas sin candado.

O será el mundo redondo,

para volver siempre al principio,

como el ser humano,

que viene de la nada

y vuelve a la nada

para ser nada.

Francisco de Sales

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