Escribo

Porque si no lo hago reviento,

o revientan las palabras dentro de mí.

Tengo que escribir aunque sea sin gracia,

sin ritmo, o sin sentimientos.

Porque se me colocan las palabras en orden

formando con su hilera una frase,

o una hilera de frases.

Tengo que escribir como sea,

aún sin destinatario ni inspiración;

porque me va la vida en ello,

porque no puedo acallarme,

ni amarrarme el sentimiento,

ni detener la mente.

Porque es mi deber y mi compromiso,

porque me da la vida,

y porque soy levemente feliz con ello,

escribo.

Francisco de Sales

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