Dispersando disparates

Enredaderas en tus ojos,

lunas en los pulmones,

besos de las orejas.

Locura en los deseos,

manos encantadas,

ojos mortales.

¿Quién pone definiciones a la vida?

¿Quién decide lo que es el amor?

La luz no interrumpe a la noche:

se rinde.

La muerte no tiene prisa:

puede esperar hasta el último día.

Los ojos, plantados de rosas.

El alba, lloroso, inconsolable.

El Guadalquivir, quieto.

No hay cordura.

No hay lógica en la ilógica.

Poesía:

asilo de los disparates.

Francisco de Sales

Deja una respuesta