Con qué dolor
te veo partir muy lentamente
hacia el pasado.
Dentro de mil años
apenas serás nada.
Te veré pequeña,
inocua,
indolora.
Te recordaré
con esfuerzo
y sin espinas.
Pero hasta entonces,
estos mil años serán crueles
y estarán llenos de ti
y de tu vacío.
Francisco de Sales