Se te escapó la mirada
tras la mía, a encontrarse;
se te escapó, sincera,
a expresar tu sentimiento,
harta de represiones,
harta de vendas ciegas,
harta de estrangulamientos.
Se te escapó la mirada
buscando en mí un espejo,
buscando una mirada humana,
buscando un reflejo.
Se te escapó la mirada,
pero no la castigues
porque su fuga es un premio.
Francisco de Sales