Mírame otra vez

Mírame.

Pon tu corazón al descubierto,

fuera de sus murallas de siglos,

para que reciba mis sentimientos

y se empape de miradas.

Mírame.

Sal de tu miedo,

atrévete a tocar la vida;

toca el aire, la luz, la herida,

y llénate de miradas.

Mírame.

Intenta un giro de ballet,

baja a las risueñas profundidades,

vuela con alas angelicales,

y mira mis miradas.

Francisco de Sales

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