Siempre lo supe

Siempre supe que eras un maleficio,

un regalo del diablo,

un sufrimiento inevitable:

mi castigo en esta vida,

y a pesar de saberlo… te amé.

¡Qué locura!

Siempre supe que estaba destinado

al Reino del Desamor,

que mi corazón no florecería,

que el amor me odiaba,

que mi vida sería mi enemiga.

Siempre supe contener el llanto,

esconder mi corazón y sus sentimientos,

acallar mi rebeldía y mis revoluciones,

pero ya no quiero seguir así;

ahora quiero amar bien

y sentirme bien amado.

Es una lástima,

pero en esto ya no intervienes tú.

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