Y volvería a ser yo

Tendría que aprender

a mirar al futuro

sin que me asuste la incógnita que contiene

y mirar a mis miedos sin miedo.

Tendría que vaciar mis alforjas,

cortar este llanto continuo,

quitar el óxido a las alas,

desempolvar la sonrisa.

Tendría que ser feliz,

preferiblemente a diario,

amar y repartir abrazos gratuitos,

y espantar a los agoreros.

Tendría que vivir,

que es mi propósito no completado,

desembarazarme de lo que no me vale

y me mata,

buscar aquella sonrisa de cuando tenía seis años,

hacerme un blanqueamiento del presente

y una reconstrucción del alma.

Tal vez entonces,

de nuevo y por fin,

volvería a ser yo.

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