Quiero
que el mundo me respete.
No quiero
ser blanco de sus inclemencias,
mariposa contra tanque,
víctima infinita.
Quiero
algún beso de buenos días,
jacintos en los jarrones,
niños y niñas jugando,
el amor y el aire juntos.
No quiero
escupideras rebosantes,
amargura en las noticias,
ni sapos para cenar.
Francisco de Sales