Fuimos
la parte dulce en el amor
y la tormenta en el desamor.
El ying y el yang.
La sonrisa y el veneno.
El sueño feliz y la pesadilla.
Conocimos
el cielo
y el infierno,
amaneceres lujuriosos
y la cara horrible de todo,
nuestra desnudez
y los gritos,
las maravillas
y toda clase de desilusiones,
nuestros demonios
y el alma.
No sé qué fue de ella.
Ni de mí.