¿Con qué derecho
te atreves
a inmiscuirte
sin respeto
en mi corazón?
¿Con qué derecho
revuelves
mis sentimientos,
sin amor,
ni respeto?
¿Con qué derecho
hurgas
en mis heridas
con tu vinagre
y tu veneno?
¿Con qué derecho
abandonas
la cárcel de tu destierro
y vuelves?
Francisco de Sales