El mundo no cambia
porque cierres los párpados.
Te hace falta un truco mejor.
El mundo no te necesita.
Tu mundo sí te necesita.
Pon todas tus emociones a vivir,
que a todas les dé el sol
o les moje la lluvia;
que todas te alteren,
te alboroten,
te llenen de vida.
Eres el Dios de tu Universo Personal,
el protagonista,
el principio y el fin,
la Luz y la Vida.
Vive.
Vive tu vida.