Que sepan los ignorantes,
y los que se conforman con nada,
que no hay silencio inocuo
ni todas las cosas pasan sin querer.
Que sepan los rufianes y las monjas
que los opuestos son los hermanos,
la noche es luz apagada,
el destino libro virgen.
Que sepan los pobres de presente
que el sol es gratuito,
vivir a veces es maravilloso,
y algunos besos de amor son falsos.
Que sepan los pusilánimes
que malo y bueno es la misma cosa,
que es igual lo distinto,
que hay maravilla en los cotidiano
y que tenemos que seguir vivos.
Francisco de Sales