Vida.
He escrito tantas veces esta palabra,
y la he nombrado tantas veces,
que la he desgajado de su importancia,
la he despojado de su valor,
y hasta la he usado sin respeto.
La vida,
como quien dice periódico o palo,
sin mayúsculas implícitas,
sin corona ni trono,
como una palabra cualquiera del diccionario,
no es la vida que tiene vida,
ni la vida que es grande,
y es luz,
es risas,
es todo.
Y es que la vida pierde en lo cotidiano,
se desluce y vulgariza,
se aja irremediablemente,
pierde su brillo vida,
muere su vida viva.
Francisco de Sales