Fungandoladas

Miles de mínimas minúsculas nonadas

hurgan en los ombligos de tu nombre

buscando la sombra secreta

de cada una de las letras.

El siguiente paso será conocer los entresijos de tu mente.

Habrán de colarse en los refugios de las cloacas

donde se esconden tus misterios,

porque se trata de desarbolar tus altares,

bajarte a la altura poca que te corresponde,

colorear tu corazón de princesita,

descifrar tus contradicciones,

y potenciar tus sonrisas menos usadas.

Una vez hayan sido reconcomidos tus higadillos,

y desentrañadas tus entrañas,

con la sopa de tus entresijos

darán de comer a la oscuridad,

coserán la entrada que abrió el cirujano,

y te rociarán de buen vinagre

para que cicatricen tus heridas.

Todo ello, sin amor.

Francisco de Sales

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