Hay un tráfico notable de sentimientos
que van de mi corazón al olvido,
y es que antes prefiero desterrar las puñaladas
que gozar de su injusticia,
y antes desprenderme del dolor
que amamantarlo y mantenerlo vivo.
Me quedo sólo con las maravillas.
A la mierda las congojas,
y las noches atrapado en el desamor
y sus pérfidas consecuencias.
A la mierda sin retorno
las lágrimas de ácido,
el negro de mi futuro,
y el funeral por mi esperanza.
Sólo luz sol felicidad y alegría.
A la mierda el infierno
y todos los adjetivos dramáticos.
Francisco de Sales