Descarrios

Debería desandar los barrancos de tu corazón,

volver al estrecho encierro en el que siempre viví

y no tratar de desenterrar pasados

con la imprudencia y la osadía

de quien no conoce que el final de todo son los lamentos.

Debería alcanzar mejores metas en esta vida:

sólo aquellas que llevaran en su sangre

el Santo Estigma de los Santos Clavos de la Santa Cruz,

o sino, como mucho, ahondando en la osadía,

debería emprender el camino intransitado

que iba de mi corazón al tuyo pasando por el infierno.

Debería entretener mi disconformidad

en la noble tarea de plantar madreselvas

a lo largo y ancho de este camino de perdición,

o podría rezar a los Santos Disidentes,

aquellos que abandonaron la indisciplente disciplina,

y pedirles luz turbia, luz ciega, luz apagada,

o faros confusores que engañan con maestría.

Debería rendirme, y aceptar que la nada es todo,

tus besos son calderilla, el amor una trampa,

la vida una afrenta, el cielo una baratija,

el porvenir una mentira, y que tú no existes.

Francisco de Sales

Deja una respuesta