Tu espalda

Me emociona el pensamiento

el recuerdo de tu larga espalda desnuda

oculta a trozos, indiscriminadamente,

por tu extenso pelo encaracolado.

Me estremece.

Me provoca un escalofrío agradable,

un conato de lágrima nostálgica

y una punzada de lágrima triste

que me llevan a una euforia y a una pena.

Me apetece regresar intacto al pasado

y deslizar un dedo sobre las costillas,

dejar un rosario de besos en tu espalda

y delimitar con la lengua sus fronteras.

Tu larga espalda desnuda

escondida tras la cortina de tu cabello

invita a las lágrimas de mi recuerdo

a mostrar su emoción sin censuras.

Francisco de Sales

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