Besos no besos

Por más que sus besos

quisieron cumplir su destino

no hallaron senda o vereda.

Sólo muros.

Su boca, cárcel.

Sus labios, carceleros.

Aquellos besos presos,

inútiles,

muertos en vida,

se deshicieron minuciosamente

en la nada de su origen

dando paso a una tristeza incólume

precursora de su porvenir.

Besos que languidecen y mueren sin saberlo.

 Besos no besos.

Francisco de Sales

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