No me quieras.
No me importa.
No necesito las migajas de amor
que tu caridad de monja
me ofrece como misericordia.
Amores como el tuyo,
bisutería triste,
no entran en mi corazón,
ni lo alimentan,
ni lo halagan.
Amores racionados,
amores comerciados,
o amores inmunizados,
no me valen.
No me quieras,
que no me importa.
Francisco de Sales