Es difícil tu compañía vacía de amor.
Me cuesta trabajo admitir
que alguna vez fuimos felices.
¿O acaso nunca lo fuimos?
¿Nos hemos querido alguna vez,
o siempre hemos sido enemigos disfrazados?
Me cuesta creer que hayan existido entre nosotros
ocasiones en que respondieras con amor a mis besos,
con deseo a mis ganas de estar contigo,
con un sí a mis ganas de acariciarte,
y que hayamos hecho el amor.
Cada noche sueño,
y lo sabes de sobra,
con entrar en tu cuerpo y tu corazón.
Cada noche, a escondidas,
te robo un poco del calor de tu piel,
paseo mis dedos por tu cintura,
y recuerdo otras noches
en que juntábamos nuestras bocas,
podía abrazarte sin ser rechazado
y te amé como ahora quisiera hacerlo.
No sé si antes fue un buen sueño
o si ahora es una pesadilla.
Francisco de Sales