Extendí el mar ante tus ojos,
el cielo sobre ti,
y la tierra bajo tus pies.
En un alarde para impresionarte
puse voz de gloria a los pajarillos,
y voz de lágrima a cada amanecer,
y voz de alas al mar.
Para que comprendieras mi poder
di la vista a los ojos,
aroma a las flores,
y la música a los instrumentos.
Para que no dudaras de mi amor
te miré, tembloroso,
te sonreí un poco asustado,
y te besé.
Francisco de Sales
Gracias, no encontraría mejores palabras para describir la entrega.
Gracias, Elvira. No recordaba esta poesía… y me ha gustado. Gracias por recordármela.