La palabra fui
se pasa mucho tiempo
en mi boca;
es la voz de mi vejez,
un imán para los recuerdos,
el grito de mi nostalgia,
la llave que libera mi llanto.
Fui
comienza casi todas mis frases,
irrumpe en mi presente estropeándolo,
lo pronuncio entre lágrimas,
es el verbo de la añoranza.
Fui,
se me fue la vida,
ya nada volverá,
se me rompe el alma,
no te tengo,
regresar es imposible,
la muerte se me acerca,
sólo soy pasado.