Allá lejos,
a lo lejos,
el amor muestra su destreza:
hace nidos
en corazones inhóspitos,
en desiertos de emociones,
en hielos y en rocas.
Allá,
lejos,
el amor es alquimista diestro:
la tristeza se enamora,
se enamora la desesperanza,
el desamor se enamora.
Allá,
más lejos que lejos,
más lejos que infinito,
aún mucho más lejos,
el amor sigue enamorando,
y sigue haciendo de las suyas.
Francisco de Sales