Latir… vivir…

El corazón sólo late en sus ratos desocupados. En los ratos importantes, ama. Este pluriempleo, estos nobles oficios, los desempeña de corazón y con todo su corazón. Latir de vida y latir de amor. Latir para vivir y latir para…

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La mirada perdida

No encuentro mi mirada en ningún espejo: me devuelven una cara de cuencas vacías. ¿Y mis ojos? ¿Dónde están? Quizás se fueron tras de ti, quizás huyeron entre parabienes y aplausos a tu regazo de amante tierna, a vivir de…

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La mirada de tu mirada

Tu mirada... eso es lo que me faltaba. Entonces tenía que rebuscar en la memoria de los recuerdos hasta encontrar, desorientada, una mirada tuya. La veía dentro de mis ojos encerrados. La degustaba lenta, interminablemente, hasta casi rayarla por el…

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La boca enojada

La boca estaba tajantemente enojada, absorta en su rabia incomprendida, y sin hueco para el perdón. Instantes después, por estar hambrienta de más furia, emprendió tal violencia verbal que arrojó palabras malsonantes como estulticia y bricolaje. Y un poco más tarde, y ya…

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Lágrimas y lágrimas

Cuando mueren las lágrimas, suicidas irrenunciables, borrachas de desesperación, se forma en el cielo un cónclave de estrellas solidarias, generosamente plañideras, dulcemente hermanas, que se engalanan de luto y las acompañan compungidas al cementerio invisible donde millones de lágrimas, inútilmente…

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Dime corazón

Dime, corazón, qué estremecimientos te son más placenteros, cuáles te hacen cosquillas, cuáles propician lágrimas buenas y cuáles se clavan y te hacen sangre de muerte. Dime, corazón, qué caricias te son más dulces, qué abrazos más cálidos, qué palabras…

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Corazón que fue

Tengo el corazón agarrotado, oxidado y cubierto de musgo, muerto a los latidos enamorados, habitado tan solo por las telarañas. Antes fue una bomba explosiva que repartía luz y magia por mis venas, rezumaba amor y versos, y se despertaba…

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