Dime corazón

Dime,

corazón,

qué estremecimientos

te son más placenteros,

cuáles

te hacen cosquillas,

cuáles

propician lágrimas buenas

y cuáles

se clavan

y te hacen sangre

de muerte.

Dime,

corazón,

qué caricias

te son más dulces,

qué abrazos más cálidos,

qué palabras

más sanadoras.

Dímelo,

corazón.

Francisco de Sales

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