Todos los días, a las seis

Todos los días, a las seis, muero. Es un rito antiguo que reitero a diario. Cierro mis ojos cotidianos, desconecto los latidos, aquieto los pulmones, y muero. Cuando me vuelve la vida, aunque no la llamo, la acojo de nuevo…

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Todo es posible

Sentí una puñalada de rosas. Me llevé las manos a la herida y me empapé de sangre caramelizada. Hurgué en mis tripas aprovechando el agujero. Serpentinas, confeti, enanos, dulces… encontré una despensa en fiestas, hombres que me imitaban y el…

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Tibio y poco más

A fuerza de fijarse en los ecos, en su obstinada repetición exacta, ni una coma de menos, aprendió a ser disciplinado, educado y sumiso, y a no escaparse de sus orejeras. La vida le sonrió con esa mueca rígida que…

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Tan locuaz

Tan locuaz como el silencio perfecto de sus ojos, que hablan en el idioma insonoro de los brillos y las emociones que son capaces de alborotarse sin voz, sin ruido... Tan locuaz, que puede contar mil amores distintos con sus…

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Sugerencia

Destierra tu tristeza. Enciérrala en un paquete hermético. Ciérrala con obsesión. Pon una dirección equivocada, sin remite delator, y entrégala en correos. Francisco de Sales

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Soledad

Me han dado el pésame mis más queridos seres queridos, mis familiares, algunos desconocidos… Me han dejado muchos besos y palabras de buena intención. Pero se van. Se van y ninguno se lleva la soledad. La soledad se queda en…

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Sin sen ti do sin ton ni son

La mañana se fugó con un sapo traicionero; la tarde fue raptada de su cuna por la luna, y ahora, yo, solo quedo, solo quiero, solo muero. Y se me mueren las partes que airosas te jaleaban: se me van…

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