Ni los silencios van a cambiar el mundo
ni los hechos van a trastornar a la Tierra.
Somos dos voces sin palabras,
dos noches en mitad de la nada,
dos sueños buscando quien los sueñe.
Somos un viaje sin destino,
un olvido sin vuelta atrás,
una esperanza en horas bajas,
un mañana que nunca llega.
Somos un miedo asustado,
una tormenta atormentada,
la entrada al infierno,
el grito que siempre se calla.
Somos un camino inquieto,
un acusado que todo lo niega,
la muerte en su versión más lenta,
pobres condenados al destierro amoroso.
Somos una pareja de amantes
que ya no se ama.