Dejé de usar tinta azul en mi pluma.
Ahora es negra.
Mal presagio.
No me atrevo con una tinta rosa
o verde fluorescente
o un dorado reluciente.
No puedo escapar de mi desesperación.
La noche dura todo el día.
La tristeza empaña mi mirada.
Hace ya mucho tiempo que murió mi última sonrisa.
Me duele cada nuevo día.
La cuenta atrás va lenta.
Nada quiero.
Vivir, soñar, amar o reír
sólo los conjugo en pasado.
Ni siquiera tengo fe.
Me cuesta reconocerlo,
pero prefiero el infierno a la vida.