Háblame
de besos que no entienden de distancia,
de abrazos que necesitan el contacto,
de amor a pesar de la lejanía,
de creer en el infinito…
Háblame
de agostos llenos de vida,
de luciérnagas como soles,
de noches que nunca acabaron,
de soñar imposibles y cumplirlos…
Háblame
de manos recorriendo mundos,
de ojos volando sin cansancio,
de bocas tan cálidas como bocas,
de luz en la sonrisa…
Háblame
de primaveras, de besos, de lunas,
de miradas y deseos,
de caricias que encontraron su destino,
de futuro, de nosotros, de cariño…
O sea, háblame de ti.
Francisco de Sales